Me dispongo a meditar, a ir hacia adentro. Uso mi respiración para hacer ese cambio de enfoque de fuera hacia dentro. Una imagen mental me ayuda, voy remando en mi barca en un lago tranquilo en la noche iluminada por una enorme luna. Serenidad, seguridad, amplitud.

Con cada inspiración dirijo la llama de mi voluntad remando cada vez más adentro, serena, tranquila, con cada exhalación dejo que mi barca se deslice, mi cuerpo se relaja, la calma se va instalando.

En ese momento mi imagen mental cambia, no necesito barca, ni enfocarme en relajarme, toda mi fuerza está dirigida sin esfuerzo, hay un anhelo por ir, nado en mi lago hacia dentro en calma empoderada. Me convierto en un pez que cada vez tiene más fuerza y habilidad, surco mi lago entrando y saliendo del agua como los delfines que saltan entrando y saliendo del mar a gran velocidad.

Mi sensación es de limpieza, de regeneración, de orden, de conexión… cada vez mayor. Llego a la orilla de mi lago interior, a un pequeño arenal con una cascada de agua que he de atravesar para entrar en la cueva. Atravieso el umbral acuoso y entro en la gruta.

Sentado en una piedra me espera un maestro. Amoroso me invita a comer del pan que acaba de partir.

Es un símbolo – me dice.

– ¿Qué signifca ese símbolo, maestro?

Es el símbolo del compartir todo en relación a la materia.

Ahora mi maestro me invita a beber de una copa de vino. Experimento que el vino habla de alguna manera de la sangre, del corazón, de nuestro mundo emocional.

– Este es el símbolo del compartir todo lo que sientas.

Me gustaría que buscases el sentido de “compartir”– dijo mi maestro.

-¿Ahora? Pregunto.

Sí. Puedes hacerlo ahora.

Sentí que no iba a perder el contacto aunque abriera mis ojos y buscase su significado. Busqué la etimología del verbo.

“La palabra compartir viene del latín compartiri y significa distribución a todos.”

Mira ahora el firmamento– me dice el maestro.

Elevo la vista y aún dentro de aquella cueva pude ver el cielo nocturno lleno de estrellas, mis ojos ampliaron su visión y vi entonces planetas y nebulosas.

Ahí está, todo para todos. Nadie queda fuera. A la vista de todos y para todos.

Me toca mucho emocionalmente esta información y me desestabilizo. Trato de tranquilizarme.

Así…respira…– me invita el maestro a gestionar mi emoción.

Enséñales como mantenerse equilibrados para permanecer dentro del umbral. Es importante el equilibrio, estabilizarse. Cada vez que te tambalees, para, respira, usa tus imágenes de ayuda…

No tengas miedo a compartir un trozo de tu corazón con cada una de las personas con los que te relaciones, eso hace que os reunáis en el corazón más grande, el corazón del Ser.

Todo lo que existe es energía, el tiempo y el espacio son una medida de ella. La energía es eterna, infinita. La Unidad, que es energía, está llena de información y en su expresión máxima es abundancia, en su expresión mínima es escasez.

Cuando la observáis desde el alejamiento de la Verdad, eso es lo que expresáis, escasez, y así una y otra vez aprendéis lo que la Totalidad es.

Siempre es útil el ejemplo de la temperatura. El frío extremo es la expresión de la temperatura en su máxima escasez, pero recuerda que todo es eterno y complementario. ¿No has oído nunca que el frío puede llegar a quemar?. Sí, los extremos se pueden tocar porque todo es Unidad, un círculo del que apenas veis sus dos polos. El calor es el otro polo de la temperatura, y así con todo lo que se puede experimentar hasta conseguir ver lo que lo une todo, los patrones de los que tú hablas, el mapa.

¡Claro que todos los conceptos se pueden elevar, querida María, porque todo es una Unidad, todos lo polos se pueden reencontrar y nadie queda fuera del universo pues es compartido para todos.

Con amor amor tu amigo José.

Toma la Rosa de oro. Recuerda, siempre estamos pues siempre somos.

Le agradezco enormemente a mi maestro que me haya enseñado y vuelvo a este aquí y ahora.

Busco el significado espiritual de José.

“José significa “Yaveh añadirá”.

“Los José, son muy trabajadores y honrados, puesto que luchan por lograr lo que desean y por obtener todo lo que quieren. También son muy generosos, siempre dispuestos a brindarle un buen gesto a la sociedad en cualquier momento del día.”

Me sonrío cuando leo “muy generosos, siempre dispuestos a brindar”, porque está claro que el generoso es el que comparte.

María Garrido Garrido.