09/10/2022 11:11 a 11:32
Cierro mis ojos y sé que está.
Maestro…
Dentro de unos días tenemos una charla sobre el suicidio.
Me sumerjo en mi lago depurador. Llego al otro lado y entro en la cueva por la cascada donde termino de limpiarme. Cuando entro, alguien me da de beber.
Desde aquí tengo acceso al templo. Me identifico con el Buda que medita a la derecha del ara y soy con él.
Llega a mi mente la imagen de un hombre realizando el ritual del harakiri.
¿Qué hay de honorable en esto?
Busca el significado de honor.
Más imágenes llegan a mi mente y me hacen comprender las preguntas que me realiza.
¿Matar a otro por “compasión” para aliviar su pena? ¿Estáis seguros de que eso es compasión?
¿Matarse a uno mismo y a sus hijos para que nos los maten mis enemigos?
La razón por la que se realizan estos actos es por que no hay capacidad para responder a esas experiencias. Esa persona no es responsable.
Cuando un ser humano está en proceso de desarrollo de su cuerpo mental y aún hay distancia para que tenga poder sobre él, está identificado con lo que percibe como problemas, dudas y miedos.
¿Creéis que hay libertad ahí, si la única puerta que ve es: Miedo?
El mismo caso para los “suicidios lentos”. El camino de la enfermedad es un ejercicio de empoderamiento de la voluntad. La razón es: miedos, conflictos, dudas.
Todos son inconscientes. No ven.
¿Se tiene esto en cuenta? Por supuesto.
Las penas que os ahogan os llevan al suicidio, a esa única puerta que podéis ver; a esa única puerta que se abre por la energía que estáis escogiendo ya que no sabéis responder de otra forma.
La meditación como puerta para aclarar la mente es una gran respuesta; pero cuando estáis demasiado metidos en esa energía, cuando se está muy cerca de esa puerta, es muy complejo ver otras posibilidades.
Siempre hay libertad; pero no la hay para el que piensa que solo hay una elección.
No hay ningún mal en el suicidio, como no hay ningún mal en matar a otro.
El mal es una creación; algo que se usa para la evolución.
¿Son duros los aprendizajes del “mal”?
Sí. Son ásperos y amargos.
¿Eficaces?
La gran mayoría de las veces.
¿Necesarios?
En los casos en los que ocurre, por supuesto.
Siempre que se perciba la muerte como un fracaso y la enfermedad como un error, se observará el suicidio como un “mal”; como algo que no debería” hacerse. Tanto el rápido como el lento.
Siempre que se identifique ese ser con la vida biológica y no con la vida una, se verá la muerte como final y no como comienzo de un ciclo.
Los finales de ciclos siempre están relacionados con la capacidad para responder.
Cuando la capacidad llega, el ciclo comienza de nuevo más cerca de Dios, de la Fuente. Cuando la capacidad no llega, el ciclo se repite desde el mismo “lugar”, desde la misma distancia.
Estamos muy orgullosos de cada uno de vosotros. De este grupo, de vuestros logros, de vuestra voluntad.
Ardientes llegando a Casa.
Algunos, ardientes de ida y vuelta (se ríe)
Siempre sois ardientes de ida y vuelta.
Datos sobre la palabra “honor” extraídos de http://etimologias.dechile.net/