Hasta ahora los humanos hemos intentado aprender a tener paz y serenidad.
La idea de ser buenos, reducir nuestro estrés, no vernos afectados por… están detrás de este aprendizaje; mas observemos que fútil es esta “posesión”.
El verbo tener implica posesión de algo, pero no es algo que se ha hecho inherente.
Cuando uno es o está en paz todos los aprendizajes sobre compasión, estrés, verse afectado… ya no son necesarios.
En nuestro viaje de desarrollo espiritual primero aprendemos lo que NO SOY para llegar a YO SOY.
Empezar por ejercitarnos en tener paz, en controlar nuestro estrés, en manejar las dosis de bajas vibraciones que podríamos llegar a sostener, es un primer y maravilloso paso para que la instauración de la energía de calma se asiente.
El control pasa a ser un poder.
La herramienta se convierte en una habilidad. Tener pasa a ser.
Una y otra vez no pienses en que es perder el tiempo vibrar en alegría con tus amigos humanos y animales, un paseo sereno por la naturaleza, meditar, reflexionar serenamente, orar, una clase de yoga o de biodanza.
Todo son pequeños granos de arena que harán que, poco a poco, hagas tuyo un castillo en el que podrás reinar.
María.M.Garrido.
Deja una respuesta