TU LUGAR EN EL MUNDO.

Podría hacer una clasificación de las personas en dos grupos.

Los que se encuentran satisfechos con sus vidas y los que no.

Los del primer grupo, son aquellos que se encuentran plenos con sus vidas, bien porque no se plantean nada más que lo que la vida les ha puesto delante, o bien porque se conocen ya lo suficiente como para haber encontrado su lugar, y están muy cómodos con su forma particular de hacer las cosas, dentro de lo que la vida les ha puesto delante.

Los del segundo, son los insatisfechos, son los que están en terreno fangoso, están en el medio de la ciénaga, son, los buscadores de sentido.

Estos tres tipos de personas, encajados en estos dos grupos, se posicionan en tres escalones diferentes dentro de la escalera de la evolución.

Creo que la exposición que haré a continuación puede ser un claro ejemplo para entender qué es eso de que las cosas pueden “estar bien o estar mal”. En realidad las “cosas son” y representan simplemente diferentes estados por los que vamos transitando.

Este puede ser un claro ejemplo de los tránsitos por los que todos pasamos, cada uno relacionados con temas diferentes, pero con un patrón común.

Los del primer escalón, son personas que se encuentran en el primer grupo. Suelen ser personas felices, satisfechas con sus vidas. Experimentan coherencia en su interior porque desde siempre han encontrado su lugar en el mundo. Yo los llamo los cuidadores de la familia. Madres, padres e hijos que encuentran su enorme satisfacción en su lugar especial dentro de su núcleo íntimo.

Dentro de este grupo se encuentran también los del tercer escalón. Aquellos que tras una búsqueda intensa y tras muchos conflictos consigo mismos, han conseguido encontrarse. Tras su particular camino, ahora sienten que pueden expresarse en el mundo de forma cómoda y natural, aunque se encuentran en un rango diferente a lo que podríamos denominar “normal”.

Estas personas también vibran en coherencia interior, y experimentan interiormente una sensación de “¡por fin!”, una sensación de alivio por “haber llegado”, pero para eso han tenido que pasar por esa ciénaga que está representado por el escalón dos.

Los del medio, son los denominados buscadores. Estas personas suelen sentirse en muchas ocasiones incómodos, incluso frustrados o deprimidos.

Para este sector está dedicado este artículo.

Estas personas se dirigen hacia un cambio vibracional interior, están transitando por un lugar de paso, están en el medio de un puente.

Ya no son lo que eran antes, ya no se sienten cómodos con las cosas que hacían, o con lo que hace la “mayoría” de las personas con las que tienen relación, pero tampoco han encontrado aún su lugar único y especial donde poder brillar con su nueva luz propia.

Si te encuentras en este punto, me gustaría decirte que no te acomodes en la normalización de sentirte así.

Por ejemplo. Puede que ahora sientas que no te llenan situaciones que antes te hacían feliz; las comidas con tus amigos, determinadas fiestas, determinados trabajos, determinados temas de conversación, etc. No es que lo pases mal en esas situaciones que antes hacías y que antes sí te gustaban, pero ya no te llenan como antes.

Antes de trascender este segundo escalón probablemente pasarás por un período de críticas inconscientes hacia las personas con las que antes te encontrabas tan a gusto.

Quizás piensas en tu fuero interno que se han quedado anclados, que no han sabido evolucionar, que se han convertido en personas convencionales que se conforman con cualquier cosa, que están demasiado cómodos, etc. pero en realidad no son ellos los que tienen que cambiar.

Tus críticas suelen ser silenciosas, o compartidas sólo con personas de tu intimidad, porque tú sigues queriendo a esas personas de tu entorno, forman parte de tu vida, de tu pasado, de tus raíces, pero esto que experimentas está hablando de lo que realmente sería necesario para ti para poder sentir satisfacción.

Has de encontrar el punto entre apoyarte en esas raíces para sentirte seguro y al mismo tiempo poder dejar crecer tu propia copa.

Eres tú el que tiene que salirse de lo que hasta ahora estaba haciendo para encontrar su nuevo lugar y descubrir una nueva forma de vibrar con lo que haces, eres tú el que tiene que explorar nuevos horizontes, eres tú el que te has acomodado en algo que realmente ya no te llena ni te define. Puede que por ejemplo no tengas que cambiar tu trabajo, pero sí la forma en la que lo haces.

El primer paso sería intentar sentirte cómodo con el punto actual en el que estás. Sé que te puede resultar difícil, pero sí, existe esa posibilidad.

Esa comodidad te la dará el hecho de darte cuenta de que esta situación particular en la que te encuentras es natural, es simplemente un tránsito y todos pasamos por momentos de cambio. El cambio es la tónica en este mundo, es el movimiento más natural.

Sitúate en este punto y permítete estar ahí tranquilo respirando plenamente. Después de estar un rato en esta experiencia, deja que lleguen a ti cosas particulares que te llaman la atención sobre la vida.

Para encontrar tu sitio vas a tener que entrar en temas muy muy específicos, y el camino es igual tanto si estás en un momento de transición personal como profesional, porque una cosa no se puede dar sin la otra. Nosotros nos somos nuestra profesión o nuestra vida personal, todo pertenece a lo que somos.

Como ejemplo, si te encuentras en un momento de transito a nivel del trabajo, no pienses en tu vida laboral en forma de profesiones, sino más bien piensa en cosas particulares que te guste hacer. ¿Qué cosas en la vida te llaman la atención?.

Piensa en temas específicos, aunque sean poco o nada habituales, como podrían ser por ejemplo, ¿el color o la forma de las frutas podría tener alguna relación con su sabor? o ¿los surcos que se forman en las cortezas de los árboles podría estar indicando algo en particular?. Puede que te encuentres ante un descubrimiento tal como que la forma peculiar de los surcos de las cortezas de los árboles son como las huellas dactilares de los seres humanos. ¿Quién sabe? ¡Pues ahí estás tú para poder descubrirlo!

Haz una lista de todas esas cosa y comienza a explorarlas. Esto empezará a dibujar tu mapa particular, la forma especifica en la que tú percibes el mundo, tu modo exclusivo de relacionarte con él.

Ese es el punto exacto que sólo tú puedes aportar, algo único y maravilloso. Esa es la manera en la que tú desplegarás tu luz de forma majestuosa.

María Garrido Garrido.

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