Y NO ES CUESTIÓN DE IR “DE VALIENTE”…

Parece que siempre tenemos que posicionarnos en uno de los platos de la balanza. O ir de “salvadores” o desterrar a “la gente tóxica”.

Desde mi punto de vista considero que la manera más equilibrada de poder sostener las fuerzas energéticas que nos rodean, es ser muy conscientes de lo que significa.

Estamos metidos en medio del tremendo huracán que nosotros mismos hemos creado.

La manifestación que nos rodea es consecuencia de nuestra propia inconsciencia tanto individual como grupal; pero no es mi intención darnos una colleja moral por este hecho, sino más bien una llamada de atención.

¿Cuál es la razón subyacente a que “tengo que separarme de la gente tóxica”?

Que la fuerzas que tensionan entre ese exterior y mi interior es demasiada y no puedo gestionarla.

No es cuestión de ir de mártires, mas me gustaría apuntar que en la distancia que tomemos de esa o esas personas, tomemos notas de nuestra propia incapacidad con toda la profunda humildad y honradez posibles.

Quizás hacer pruebas con una separación temporal, quizás plantear la separación puliendo la experiencia interior de que “es culpa suya”, quizás permanecer siendo consciente del “elefante dentro de la habitación”.

Terminamos viendo siempre la paja en el ojo ajeno y raras veces la viga en el propio.

Beber una copa de veneno de golpe probablemente nos matará, pero saber dosificar sabiamente la dosis, nos volverá inmunes.

María Garrido Garrido.

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